martes, 6 de abril de 2010

LA PASCUA DE RESURRECCIÓN.

La Pascua de Resurrección es para la comunidad Cristiana la celebración dedicada a conmemorar la Resurrección de Jesucristo.

La fecha de celebración varía entre los días 22 de marzo y el 25 de abril, ya que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera del hemisferio norte.


La vigilia Pascual es la fiesta por excelencia del mundo cristiano - católico. Esta llena de signos y comienza con la bendición del fuego, que encenderá el Cirio pascual, representando así la luz de Cristo. Posteriormente y en penumbras se canta el pregón pascual, para dar inicio a la liturgia de la palabra que esta vez cuenta la historia de la salvación en siete lecturas y sus salmos. De ahí comienza la fiesta con el canto del Gloria y el repicar de campanas que anuncia el triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado, se encienden las luces, se reviste el altar y todo es alegría. Después de renovar las promesas bautismales continua la Eucaristía normalmente.

Tiempo pascual

El tiempo pascual o de Pascua dura siete semanas (50 días). Comienza con la fiesta de la Pascua de Resurrección o incluso se considera que empieza el Jueves Santo, con el Triduo Pascual. Los cincuenta días después de Pascua se prolongan como un solo día de fiesta, como un solo gran domingo. Durante todo este tiempo la Iglesia canta la alegría de Cristo Resucitado. Las fiestas más importantes de este tiempo son la Ascensión y Pentecostés.

La Ascensión celebra el regreso del Cristo Resucitado a la casa de su Padre. Así, abre para todos los cristianos el camino hacia el Padre Dios. Se confirma y manifiesta de manera solemne a Jesucristo como Señor del Universo.

Pentecostés cierra el tiempo pascual. Celebra la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Jesús no deja abandonados a sus amigos; al contrario, les envía los dones necesarios. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha. Según san Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, es el día en que nace la Iglesia.


jueves, 11 de marzo de 2010

LA SEMANA SANTA.

Es la semana más intensa del Año Litúrgico, en la cual se reza y reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo.

Explicación de la celebración

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.

Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.

A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.

La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.

Domingo de Ramos:

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

Jueves Santo:

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

Viernes Santo:

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.


Sábado Santo o Sábado de Gloria:

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.

Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua:

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?

El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.

martes, 9 de febrero de 2010

MIÉRCOLES CENIZA.

El miércoles de Ceniza. Es el primer día de la Cuaresma en el calendario litúrgico católico. Se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana Santa, es decir, del Domingo de Ramos. Este día cae en diferentes fechas año a año, de acuerdo a la fecha móvil de Pascua. Puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.

Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.

LA CUARESMA.

¿Qué es la Cuaresma?
La Cuaresma ha sido, es y será un tiempo favorable para convertirnos y volver a Dios Padre lleno de misericordia
¿Qué es la Cuaresma?
¿Qué es la Cuaresma?
El tiempo de la Cuaresma rememora los cuarenta años que el pueblo de Israel pasó en el desierto mientras se encaminaba hacia la tierra prometida, con todo lo que implicó de fatiga, lucha, hambre, sed y cansancio...pero al fin el pueblo elegido gozó de esa tierra maravillosa, que destilaba miel y frutos suculentos (Éxodo 16 y siguientes).

También para nosotros, como fue para los israelitas aquella travesía por el desierto, la Cuaresma es el tiempo fuerte del año que nos prepara para la Pascua o Domingo de Resurrección del Señor, cima del año litúrgico, donde celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado, la muerte y el mal, y por lo mismo, la Pascua es la fiesta de alegría porque Dios nos hizo pasar de las tinieblas a la luz, del ayuno a la comida, de la tristeza al gozo profundo, de la muerte a la vida.

La Cuaresma ha sido, es y será un tiempo favorable para convertirnos y volver a Dios Padre lleno de misericordia, si es que nos hubiéramos alejado de Él, como aquel hijo pródigo (Lucas 15, 11-32) que se fue de la casa del padre y le ofendió con una vida indigna y desenfrenada. Esta conversión se logra mediante una buena confesión de nuestros pecados. Dios siempre tiene las puertas de casa abiertas de par en par, y su corazón se le rompe en pedazos mientras no comparta con nosotros su amor hecho perdón generoso. ¡Ojalá fueran muchos los pecadores que valientemente volvieran a Dios en esta Cuaresma para que una vez más experimentaran el calor y el cariño de su Padre Dios!

Si tenemos la gracia de seguir felices en la casa paterna como hijos y amigos de Dios, la Cuaresma será entonces un tiempo apropiado para purificarnos de nuestras faltas y pecados pasados y presentes que han herido el amor de ese Dios Padre; esta purificación la lograremos mediante unas prácticas recomendadas por nuestra madre Iglesia; así llegaremos preparados y limpios interiormente para vivir espiritualmente la Semana Santa, con todo la profundidad, veneración y respeto que merece. Estas prácticas son el ayuno, la oración y la limosna.

Ayuno no sólo de comida y bebida, que también será agradable a Dios, pues nos servirá para templar nuestro cuerpo, a veces tan caprichoso y tan regalado, y hacerlo fuerte y pueda así acompañar al alma en la lucha contra los enemigos de siempre: el mundo, el demonio y nuestras propias pasiones desordenadas. Ayuno y abstinencia, sobre todo, de nuestros egoísmos, vanidades, orgullos, odios, perezas, murmuraciones, deseos malos, venganzas, impurezas, iras, envidias, rencores, injusticias, insensibilidad ante las miserias del prójimo. Ayuno y abstinencia, incluso, de cosas buenas y legítimas para reparar nuestros pecados y ofrecerle a Dios un pequeño sacrificio y un acto de amor; por ejemplo, ayuno de televisión, de diversiones, de cine, de bailes durante este tiempo de cuaresma. Ayuno y abstinencia, también, de muchos medios de consumo, de estímulos, de satisfacción de los sentidos; ayuno aquí significará renunciar a todo lo que alimenta nuestra tendencia a la curiosidad, a la sensualidad, a la disipación de los sentidos, a la superficialidad de vida. Este tipo de ayuno es más meritorio a los ojos de Dios y nos requerirá mucho más esfuerzo, más dominio de nosotros mismos, más amor y voluntad de nuestra parte.

Limosna, dijimos. No sólo la limosna material, pecuniaria: unas cuantas monedas que damos a un pobre mendigo en la esquina. La limosna tiene que ir más allá: prestar ayuda a quien necesita, enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que nos lo pide, compartir alegrías, repartir sonrisa, ofrecer nuestro perdón a quien nos ha ofendido. La limosna es esa disponibilidad a compartir todo, la prontitud a darse a sí mismos. Significa la actitud de apertura y la caridad hacia el otro. Recordemos aquí a san Pablo: “Si repartiese toda mi hacienda...no teniendo caridad, nada me aprovecha” (1 Corintios 13, 3). También san Agustín es muy elocuente cuando escribe: “Si extiendes la mano para dar, pero no tienes misericordia en el corazón, no has hecho nada; en cambio, si tienes misericordia en el corazón, aún cuando no tuvieses nada que dar con tu mano, Dios acepta tu limosna”.

Y, finalmente, oración. Si la limosna era apertura al otro, la oración es apertura a Dios. Sin oración, tanto el ayuno como la limosna no se sostendrían; caerían por su propio peso. En la oración, Dios va cambiando nuestro corazón, lo hace más limpio, más comprensivo, más generoso...en una palabra, va transformando nuestras actitudes negativas y creando en nosotros un corazón nuevo y lleno de caridad. La oración es generadora de amor. La oración me induce a conversión interior. La oración es vigorosa promotora de la acción, es decir, me lleva a hacer obras buenas por Dios y por el prójimo. En la oración recobramos la fuerza para salir victoriosos de las asechanzas y tentaciones del mundo y del demonio. Cuaresma, pues, tiempo fuerte de oración.

Miremos mucho a Cristo en esta Cuaresma. Antes de comenzar su misión salvadora se retira al desierto cuarenta días y cuarenta noches. Allí vivió su propia Cuaresma, orando a su Padre, ayunando...y después, salió por nuestro mundo repartiendo su amor, su compasión, su ternura, su perdón. Que Su ejemplo nos estimule y nos lleve a imitarle en esta cuaresma. Consigna: oración, ayuno y limosna.

jueves, 28 de enero de 2010

Mirar que diver.


Hoy lo estamos pasando muy bien en clase. Vamos a trabajar con los números. Espero que aprendáis. Pulsa aquí y aprenderás.

martes, 26 de enero de 2010

Qué son las Bienaventuranzas.


LAS BIENAVENTURANZAS



- Jesús se dio cuenta cuando vino al mundo, que los hombres estamos EQUIVOCADOS, que andamos buscando la felicidad donde no está.
Es por ello que un día subió a la montaña y habló a todas las personas que le seguían sobre LAS BIENAVENTURANZAS, explicándoles que la felicidad no está en el tener, el dominar, el disfrutar... sino en algo muy diferente : EN AMAR Y SER AMADO.

Fíjate que la única y verdadera felicidad no está en la tierra sino en EL CIELO , en llegar a estar junto a Dios para siempre. Jesús te dice en LAS BIENAVENTURANZAS, quiénes son los que deben sentirse bienaventurados, es decir AFORTUNADOS Y FELICES , porque van en el camino correcto para llegar al cielo.


- Jesús habló de 9 bienaventurados, veamos quienes son :

LA ÚNICA Y VERDADERA FELICIDAD



1)BIENAVENTURADOS LOS POBRES, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE DIOS.



- El ¨ pobre¨ para Jesús, no es aquél que no tiene cosas, sino más bien aquél que no tiene su corazón puesto en las cosas.
- Fíjate la diferencia: Puedes ser una persona que no tenga cosas materiales pero que estás pensando en lo que no tienes y en lo que quieres tener. Entonces no eres ¨pobre de corazòn¨. En cambio puedes ser una persona que sí tenga cosas pero que tu mente está puesta en agradar a Dios, en trabajar por El, en ayudar a otros, en dar tu tiempo y compartir tus bienes.
- Cuando no vives ocupado de lo que tienes, cuando no eres ambicioso, envidioso, presumido, cuando confías en Dios y no en el dinero, entonces ¡ eres LIBRE, eres FELIZ !

2) BIENAVENTURADOS LOS MANSOS PORQUE ELLOS POSEERÁN LA TIERRA.



- No es fácil entender como Cristo te pide que seas MANSO, cuando el mundo es violento, cuando para los hombres, el importante es el más fuerte, el más poderoso.
- Ser MANSO significa ser bondadoso, tranquilo, paciente y humilde.
- Ser manso no es ser menso, el manso es suave por afuera pero fuerte en lo que cree por dentro.
- ¨ Poseerán la tierra¨ quiere decir que poseerán la ¨tierra prometida¨ que es el Cielo, o sea que llegarán al cielo.


3) BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN, PORQUE ELLOS SERÁN CONSOLADOS.



- Hay personas que tienen muchos sufrimientos en esta vida y todos pensamos ¡ Pobrecito ! Pues Cristo dice: Feliz el que sufre, porque ese dolor bien llevado le ayudará a llegar más fácilmente al cielo. Si unes tu sufrimiento al de Cristo, ayudas a tu propia salvación y a la de otros hombres.



- Hay 3 pasos en eso de llevar el dolor :



a) Primero súfrelo con paciencia.
b) Luego trata de llevarlo ¨con gusto¨.
c) Lo mejor, sería ofrecerlo a Dios por amor.

4) BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS.

- Dios sabe que desgraciadamente en este mundo, los hombres cometen muchas injusticias con otros hombres: meten preso al inocente, culpan al que no hizo nada, no pagan lo que el otro en justicia merece, roban al otro lo que le pertenece, agreden y hasta matan al inocente .
¡ Cuántas injusticias conocemos! Tu mismo has sufrido injusticias... Cristo no te dice: busca que se te haga justicia, véngate, desquítate... sino que te dice: ¡ alégrate, que ya Dios será justo en premiarte en el cielo por lo que has pasado aquí en la tierra !


5) BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS, PORQUE ELLOS ALCANZARAN MISERICORDIA.



- Ser misericordioso significa PERDONAR a los demás, sí... perdonar aunque sea ¨grande¨ lo que te hayan hecho, aunque te haya dolido tanto, aunque tengas ganas de odiarlos en vez de perdonarlos. Perdonar cuesta mucho, pero es lo que Dios te pide que hagas. Dios mismo te pone el ejemplo: siempre te perdona, aunque lo ofendas en lo mismo, aunque lo ofendas en cosas muy serias.... siempre te recibe con los brazos abiertos.





- Jesús te pone una condición muy seria: el que perdone será perdonado, el que no lo haga no será perdonado.
- Piensa ¿ a quién no he perdonado ? , no pienses en lo que te hizo, piensa en que amas mucho a Dios y porque El te lo pide lo perdonaràs. ¡ Dios te premiará perdonándote a ti cuando
llegues a su presencia



6) BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS.



- Tu corazón estarà ¨LIMPIO¨ cuando no haya en él ningún pecado. Cuando pecas, te ¨separas¨ de Dios por voluntad tuya . Cuida mucho la limpieza de tu corazón, que no te valga ensuciarlo, esto es cosa muy seria, puede costarte no entrar al cielo.
- Haz la costumbre de confesarte seguido y sobretodo de pensarlo muy bien antes de hacer algo que tú sabes que lo ensuciará.



7) BIENAVENTURADOS LOS PACÍFICOS PORQUE ELLOS SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.
- Jesús dice que debes buscar siempre la
PAZ: la paz en tu trato con los demás (no andarte peleando con todos y por todo) , la paz en tu hogar (llevándote bien con tu familia).
- Para aquellas personas que creen que con levantamientos, con armas, con sangre van a lograr justicia,,, Este no es el camino para lograrlo Cristo repite estas palabras:



¨ Bienaventurados los pacíficos... ¨



8) BIENAVENTURADOS LOS PERSEGUIDOS POR CAUSA DE LA JUSTICIA, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.



- Hay muchas personas presas, perseguidas por la ley. Unas culpables.... otras inocentes. Pues Jesús les dice que si se arrepienten, El los perdonarà y podrán entrar al cielo.
- Debes rezar mucho por estas personas, para que Dios los ayude a convertirse, para que se arrepientan del mal que han hecho, para que pidan perdón a Dios y puedan salvarse.



9) BIENAVENTURADOS SERÉIS CUANDO POR CAUSA MIA, OS INSULTEN Y DIGAN TODA CLASE DE CALUMNIAS CONTRA USTEDES, ALÉGRENSE Y REGOCÍJENSE, PORQUE SU RECOMPENSA SERÁ GRANDE EN LOS CIELOS.


- Si alguna vez hablan mal, se burlan de ti, te señalan porque eres bueno, porque respetas los mandamientos de Dios, porque rezas, porque hablas de Jesús, porque defiendes lo que Jesús nos enseñó ... ¡ Alègrate, Dios tiene preparado para ti un gran premio en el cielo ! .



PROPÓSITO DEL MES :
- Este mes, todas las noches pensaré:
¿He buscado la VERDADERA FELICIDAD hoy?
¿La he buscado en la pobreza, el dolor, el perdòn, la limpieza de mi corazón o la estoy buscando en las cosas de este mundo: el dinero, la diversión, el poder, la violencia.... ?
- Recuerda :



¡ QUE GRAN PREMIO TE ESPERA EN EL CIELO !




































































































Fíjate que la única y verdadera felicidad no está en la tierra sino en EL CIELO , en llegar a estar junto a Dios para siempre. Jesús te dice en LAS BIENAVENTURANZAS, quiénes son los que deben sentirse bienaventurados, es decir AFORTUNADOS Y FELICES , porque van en el camino correcto para llegar al cielo.
- Jesús habló de 9 bienaventurados, veamos quienes son :
















































































3) BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN, PORQUE ELLOS SERÁN CONSOLADOS.



- Hay personas que tienen muchos sufrimientos
en esta vida y todos pensamos ¡ Pobrecito ! Pues Cristo dice: Feliz el que sufre, porque ese dolor bien llevado le ayudará a llegar más fácilmente al cielo. Si unes tu sufrimiento a de Cristo, ayudas a tu propia salvación y a la de otros hombres.



- Hay 3 pasos en eso de llevar el dolor :



a) Primero súfrelo con paciencia.
b) Luego trata de llevarlo ¨con gusto¨.
c) Lo mejor, sería ofrecerlo a Dios por amor.




























































5) BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS, PORQUE ELLOS ALCANZARAN MISERICORDIA.



- Ser misericordioso significa PERDONAR a los demás, sí... perdonar aunque sea ¨grande¨ lo que te hayan hecho, aunque te haya dolido tanto, aunque tengas ganas de odiarlos en vez de perdonarlos. Perdonar cuesta mucho, pero es lo que Dios te pide que hagas. Dios mismo te pone el ejemplo: siempre te perdona, aunque lo ofendas en lo mismo, aunque lo ofendas en cosas muy serias.... siempre te recibe con los brazos abiertos.








sábado, 16 de enero de 2010

OFRENDAS DE ALIMENTOS AL BELÉN VIVIENTE.


La profesora de Religión agradece a todo el centro, profesores y alumnos, su participación y colaboración en el Belén Viviente y su ofrenda de alimentos, celebrados en el pasado mes de diciembre. Es de destacar el entusiasmo que demostraron los profesores y alumnos de sexto curso, que distribuyeron los alimentos en cajas y las trasladaron a los coches para su posterior reparto a Cáritas y a los Conventos de Santa Clara y a Las Descalzas. Muchas gracias a todos.

Las Bodas de Caná.

viernes, 15 de enero de 2010

LA ERE EN LA ESCUELA

A LOS PADRES, ALUMNOS, PROFESORES Y SACERDOTES
CARTA DE LOS OBISPOS DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA RELIGIÓN CATÓLICA EN LA ESCUELA
A la hora de matricular a vuestros hijos en los colegios estatales, colegios de iniciativa social católica o en los de iniciativa social civil, los obispos de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, responsables de la enseñanza religiosa escolar, nos dirigimos a vosotros los padres, profesores y alumnos para recordaros los derechos que os asisten acerca de la formación religiosa y moral católica y para motivar vuestros deberes en orden a esta enseñanza.
Es un derecho fundamental vuestro, reconocido por la Constitución española, que la formación religiosa y moral de vuestros hijos sea según vuestras propias convicciones. Es, también, una responsabilidad de todo padre ejercer este derecho escogiendo la formación religiosa y moral de sushijos, que juzguen más apropiada (Constitución Española. Art. 27.3).
La formación religiosa y moral de los hijos hace posible que éstos tengan principios y valores verdaderos y saludables para saber hacer el bien y rechazar el mal. Pero no solamente esto; para interiorizar y asumir esos valores, los alumnos necesitan ejemplos vivos de personas creíbles, que sean testigos comprometidos con estos principios para el bien obrar. Los padres, los profesores y las personas ejemplares aportan razones para creer más en la bondad que en el odio, en el servicio que en la soberbia, en la caridad que en el egoísmo. Ante las distintas culturas presentes en la escuela, la enseñanza religiosa ofrece criterios de valoración desde la fe cristiana.